Por suerte, este tipo de problemas pueden tratarse de manera sencilla y efectiva recurriendo a remedios caseros y cuidando nuestros hábitos alimenticios. Si los problemas digestivos son demasiado frecuentes, entonces será necesario consultar con nuestro médico y revisar nuestra dieta habitual para intentar detectar qué alimentos son los que nos provocan ese malestar.
Cómo combatir la indigestión eficazmente
Hay una variedad de remedios caseros y medicamentos que pueden ayudar a aliviar la indigestión. Algunos remedios caseros para la indigestión incluyen:
Beber agua: El agua ayuda a neutralizar y diluir los ácidos en el estómago que pueden causar indigestión.
Comer a intervalos regulares: Comer grandes cantidades de comida puede empeorar la indigestión. Comer a intervalos regulares en pequeñas cantidades puede ayudar a aliviar los síntomas.
Comer lentamente y masticar con cuidado: Comer lentamente y masticar con cuidado permite que el estómago se contraiga menos y tenga menos probabilidades de producir ácido.
Evitar ciertos alimentos: Alimentos como el chocolate, los alimentos fritos, la cafeína
Té verde
Es té verde es un aliado del sistema digestivo, ya que lo fortalece y le ayuda a permanecer saludable. Además, alivia las molestias causadas por una digestión pesada, ya que los polifenoles presentes en él aceleran el proceso digestivo, ayudando a que el hígado y la vesícula trabajen correctamente. El té verde reduce la irritación y la inflamación intestinal que provocan la gastritis y la colitis ulcerosa. Del mismo modo, evitará la hinchazón abdominal y las flatulencias causadas por la indigestión.
Limón y otros cítricos
El limón exprimido, mezclado con agua tibia, es uno de los grandes remedios para aliviar una mala digestión y una gran cantidad de problemas estomacales. El limón neutraliza los ácidos naturales del estómago, algo que pueden conseguir también otros cítricos como el pomelo y la piña. Si crees que vas a enfrentarte a una comida muy pesada, tomar antes unos trozos de piña o de naranja para aumentar el ácido estomacal y favorecer una buena digestión.
Jengibre
La raíz de jengibre ofrece múltiples beneficios para nuestra salud, como puede ser reducir la inflamación corporal, mejorar la digestiones pesadas y aliviar posibles náuseas. Un par de rodajas de jengibre fresco te ayudarán a sentirte mejor tras una comida demasiado copiosa. Al masticarlas estimulas los jugos digestivos, favoreciendo el movimiento intestinal espontáneo, y eliminas cualquier atisbo de mal aliento. También puedes prepararlas en infusión y aliviar así la hinchazón estomacal y los gases que pudieran producirse.
Canela
Es muy poco conocido este uso de la canela, pero muy efectivo. Solo necesitas infusionar durante unos minutos media cucharadita de canela en polvo en una taza de agua hirviendo y beber lentamente.
Manzanilla
Seguramente es la infusión más conocida a la hora de aliviar cualquier tipo de molestia estomacal, ya que favorece la digestión, reduce la posibilidad de inflamación y relaja los músculos estomacales. Esto es posible gracias a uno de sus componentes principales, un principio activo llamado bisabolol.
Manzana
La fibra de la manzana puede sernos de gran ayuda en cuanto sentimos los primeros indicios de indigestión. Comer una manzana, con piel incluida, ayuda a que esa fibra limpie las obstrucciones del sistema digestivo y nos haga sentir mejor.
Agua
Tan sencillo como efectivo resulta tomar un vaso de agua templada (o ligeramente caliente) a la hora de aliviar una mala digestión, ya que ayuda a relajar el estómago y a reducir posibles inflamaciones. Si además, la indigestión se transforma en descomposición o diarrea, beber agua a pequeños sorbos nos ayudará a reponer los líquidos perdidos.
Fuente: Hola