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Cómo cuidar de nuestra piel

Cómo cuidar de nuestra piel

Cuidado de la piel: 5 sugerencias para una piel sana

El buen cuidado de la piel, como la protección solar y la limpieza suave, puede mantener la piel sana y radiante.

¿No tienes tiempo para el cuidado intensivo de la piel? Todavía puedes mimarte siguiendo los conceptos básicos. Un buen cuidado de la piel y elegir un estilo de vida saludable pueden ayudarte a retrasar el envejecimiento natural y prevenir diversos problemas de la piel. Comienza con estos cinco consejos sensatos.

1. Protégete del sol

Una de las formas más importantes para cuidar la piel es protegerla del sol. Una vida de exposición al sol puede provocar arrugas, manchas de la edad y otros problemas de la piel, así como un aumento del riesgo de cáncer de piel.

Para obtener la protección solar más completa:

2. No fumes

Fumar le da a tu piel un aspecto avejentado y contribuye a la formación de arrugas. Fumar estrecha los pequeños vasos sanguíneos que se encuentran en las capas más superficiales de la piel, lo que disminuye el flujo sanguíneo y da un aspecto más pálido a la piel. Esto también elimina el oxígeno y los nutrientes que son importantes para la buena salud de la piel.

Fumar también daña el colágeno y la elastina, las fibras que le aportan fortaleza y elasticidad a la piel. Además, las expresiones faciales reiteradas que haces cuando fumas, por ejemplo, fruncir los labios al inhalar y entrecerrar los ojos para exhalar el humo, pueden contribuir a la formación de arrugas.

Además, fumar aumenta el riesgo de carcinoma espinocelular. Si fumas, dejar de hacerlo es la mejor manera de protegerte la piel. Pídele a tu médico consejos o tratamientos que te ayuden a dejar de fumar.

3. Trata tu piel con suavidad

La limpieza y el afeitado diarios pueden perjudicar tu piel. Para tratarla con suavidad:

4. Sigue una dieta saludable

Una dieta saludable puede ayudarte a que te veas y sientas de la mejor manera posible. Come frutas, vegetales, cereales integrales y proteínas magras en cantidades abundantes. La relación entre la dieta y el acné no es clara; sin embargo, de acuerdo con algunas investigaciones, una dieta con alto contenido de aceite de pescado o de suplementos de aceite de pescado y con bajo contenido de grasas no saludables y de carbohidratos procesados o refinados podría promover una piel con un aspecto más juvenil. Beber mucha agua ayuda a mantener la piel hidratada.

5. Controla el estrés

El estrés no controlado puede hacer que la piel se vuelva más sensible y provocar brotes de acné y otros problemas de la piel. Para fomentar una piel sana —y un estado de ánimo saludable—, toma medidas para controlar el estrés. Duerme lo suficiente, establece límites razonables, acorta tu lista de tareas pendientes y tómate el tiempo para hacer las cosas que disfrutas. Los resultados pueden ser más notorios de lo que esperas.

Fuente: Mayo Clinic

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