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Cómo ponerse moreno saludablemente

Cómo ponerse moreno saludablemente

Con la llegada del verano todos estamos ansiosos de poder irnos de vacaciones, pasar las horas tumbados al sol para ponerse moreno. Un gesto habitual en todos desde que somos muy pequeños, pero que puede pasar factura a largo plazo.

Estamos cansados de oír frases como «échate crema que te vas a quemar», «si yo no me quemo nunca», «a mi no me hace falta la crema del sol para tener un buen bronceado«, «si está nublado, no hace falta», etc. Pero, ¿somos realmente conscientes de las consecuencias de nuestras acciones frente al sol? ¿Qué pasa si me quemo intentando ponerme morena?

La piel tiene memoria. Todo lo que hagas con ella, puede pasar factura más adelante. Y sus consecuencias pueden ser terribles.

Algunos consejos para ponerse moreno

¿Qué significa el número de factor de protección solar?¿Obtengo el mismo bronceado?

Aquí vienen los mitos sobre las cremas de sol. ¿Cuáles son ciertos? ¿Cómo escoger un buen factor de protección solar?

Lo primero que debes saber es que la crema del sol no protege por igual a todos, y cada uno crea su estrategia para ponerse moreno según le funcionen las cremas. Cada uno tenemos un tipo de piel diferente y un resultado diferente.

Existen diferentes fototipos de piel que deberías conocer. El fototipo se obtiene según las características físicas con las que nace cada persona. Éstas determinarán su capacidad para lograr un buen bronceado. Conociendo tu fototipo, podrás obtener una mejor orientación para ponerse moreno de forma segura.

 

Cuadro sobre fototipo de la AECC

La clasificación de los fototipos se realiza en función de su capacidad para broncearse y color del cabello, ojos y piel. Cuanto más bajo es el fototipo de una persona, mayor debe de ser el factor de protección solar que tiene que aplicarse.

Para escoger una buena crema solar, debes tener en cuenta tu fototipo, que sea protectora frente a los rayos UVA y UVB. Y, si es posible, resistentes al agua.

El índice FPS (factor de protección solarindica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural de la piel frente al eritema (enrojecimiento). En función del FPS los fotoprotectores se clasifican en:

 

Cuadro sobre FPS de la AECC

Más o menos, de media, solemos tardar unos diez minutos en quemarnos. Pero, como hemos dicho, cada piel es un mundo. Pero todos sabemos más o menos cuánto tardamos en quemarnos (seguro que te has quemado alguna vez con el sol).

Esto es importante, porque las cremas solares se basan en este dato. El factor de protección solar (FPS) que aparece en las cremas hay que multiplicarlo por los minutos que aguanta nuestra piel al sol. El resultado nos mostrará el tiempo que estará nuestra piel a salvo de los rayos solares. Así sabremos cada cuánto tiempo tenemos que darnos crema.

Por ejemplo, imagínate que tardas 10 minutos en quemarte y decides comprarte una crema del sol de factor 20. Pues estarás protegido durante 200 minutos.

Pero recuerda que si te metes en el agua o tomas el sol entre las 12:00 y las 16:00, la protección se reduce.

Para evitar estar desprotegido, podemos tomar como norma echarnos crema cada vez que nos metemos en el agua (sobre todo si el baño es superior a 20 minutos) y cada 2 horas. Así, los diversos factores que pueden hacer que estemos desprotegidos, se verán reducidos y lograremos una mayor protección.

Una buena fórmula para ponerse moreno de forma saludable.

¿Y si nos hemos quemado? ¿Qué hacemos?

Seguramente estés rojo como un tomate, inclusive con ampollas. No te puede tocar nada ni nadie. Así que estarás desesperado por que se pasen los efectos del sol.

Cáncer de piel, la principal y más grave consecuencia de ponerse moreno de forma incorrecta

El cáncer de piel es una enfermedad maligna provocada por la división y crecimiento descontrolados de sus células, tendente a invadir los tejidos sanos de alrededor y, en ocasiones, a los órganos.

Existen diversos tipos de cáncer de piel, pero los más conocidos son los melanomas y los carcinomas cutáneos.

Una de las causas principales de la aparición de esta enfermedad son las radiaciones solares, sobre todo las de tipo B (UVB) y las de tipo A (UVA).

Estas radiaciones son capaces de producir mutaciones en el ADN de las células de la epidermis (capa mas superficial de la piel) e impedir su reparación, iniciándose así el proceso de la aparición del cáncer.

Melanoma

El melanoma es un tipo de cáncer de piel poco frecuente (aproximadamente el 5% de los tumores de piel).

Las células afectadas son los melanocitos o células productoras de melanina, que ven alterado su ADN y comienzan a dividirse y crecer descontroladamente, invadiendo los tejidos sanos de alrededor. Inclusive pueden llegar a los órganos, aunque estén a cierta distancia.

Son más habituales en personas con la piel y ojos claros y con dificultad para ponerse moreno.

Los lugares más habituales donde aparecen son en la espalda y piernas o lugares donde suele haber poca exposición solar. Suele ser debido a una exposición puntual, excesiva e intermitente al sol.

El aspecto que con más frecuencia presentan los melanomas:

Aasimetría.

Bbordes irregulares.

Ccolor variado (una misma lesión presenta diversos colores).

Ddiámetro mayor de 6 mm.

E: evolución (cambio de aspecto)

Hay que tener en cuenta que hay más factores que pueden hacer que tiendas a desarrollar este tipo de cáncer de piel:

– Si has tenido familiares con esta enfermedad de la piel.

-Si tienes más de 50 ó 60 lunares.

-Si tuviste quemaduras solares con ampollas durante la infancia y adolescencia.

Carcinomas cutáneos

Son los tumores más habituales y con mayor crecimiento en los últimos años.

Se suelen dar en personas de más de 50 años, de ojos claros y piel blanca expuestas al sol de forma habitual, como puede ser un trabajador que realice su jornada al aire libre.

Los lugares donde se localizan este tipo de tumores son la cara, el cuello y las manos, por ser las más expuestas al sol.

El aspecto de este carcinoma suele ser como una mancha, generalmente rojiza, que suele descamarse y sangrar formando costras que caen una y otra vez, nódulos (elevaciones o prominencias redondeadas en la piel) y úlceras que no cicatrizan.

Su desarrollo es muy lento y no tienen tendencia a invadir ganglios y/o producir metástasis a distancia. Este dato es muy positivo porque permite tener un índice de curación muy elevado.

Si tienes manchas en la piel y dudas si pudiera ser un tumor maligno, lo mejor es que acudas a tu dermatólogo para salir de dudas.

Existen síntomas que pueden hacernos sospechar si es un posible cáncer de piel

Este tipo de enfermedad se puede manifestar de diversas maneras, por lo que si aparece cualquier tipo de lesión en la piel (manchas, costras, nódulos, úlceras) o se producen cambios en alguna mancha o lunar que ya tenías (crecimiento, variaciones de color o forma, sangrado, picor), debes acudir al dermatólogo sin demora.

Es conveniente que cada tres meses revises tu piel mediante una autoexploración. Así controlarás mejor las manchas y lunares. Aquí puedes ver los consejos que da la Asociación Española Contra el Cáncer sobre la autoexploración de la piel.

Recuerda la regla del A, B, C, D, E:

A: Asimetría

B: Bordes irregulares

C: Color variado

D: Diámetro mayor de 6 mm.

E: Evolución (cambio de aspecto)

Ten en cuenta que algunos cánceres de piel se desarrollan muy rápido y, por ello, si tienes alguna sospecha de que pudieras tener un tumor, es necesario que acudas al especialista lo antes posible para descartar que se trate de un tumor maligno.

Con todos estos consejos ya sabes cómo actuar este verano para tomar el sol con cabeza y obtener un bronceado sano. Protégete correctamente con la crema solar que mejor se adecue a ti y evita que el sol te pase factura a largo plazo.

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