El estrés es uno de los problemas o enfermedades más comunes de la sociedad moderna, que puede causar diversas afecciones bucodentales. En el artículo de hoy recopilamos las más comunes, para que las tengas en cuenta y sepas cómo tratarlas.
En concreto, los problemas más frecuentes a la hora de hablar de estrés son:
- Está clínicamente demostrado que el estrés hace que disminuyan las defensas de nuestro organismo y esto puede favorecer la aparición de lesiones como llagas, herpes o aftas. Esto es bastante habitual en jóvenes en periodos de exámenes.
- En momentos de estrés, se descuidan la higiene bucodental, con lo que estamos favoreciendo la posible aparición de caries, gingivitis y periodontitis, enfermedades orales muy directamente relacionadas con un inadecuado control de la placa bacteriana.
- El estrés también suele estar relacionado con un mayor consumo de alcohol y tabaco, con lo que se contribuye a un mal control de la placa bacteriana.
- En periodos de estrés aumenta la secreción de cortisol que tiene un efecto negativo sobre la inflamación de las encías. “También hay que tener en cuenta que en determinadas ocasiones el tratamiento frente al estrés implica ingerir medicamentos que pueden disminuir el flujo salivar, lo cual favorece el desarrollo de caries y disminuye las defensas a nivel oral”, explican expertos de SEPA.
- La organización apunta que el estrés es también el principal causante del bruxismo, que es el hábito inconsciente de apretar o rechinar los dientes sin propósitos funcionales. Puede causar dolor de cabeza, cuello o espalda, así como desgaste del esmalte de los dientes y afecta hasta el 20% de la población mundial. Para minimizar las consecuencias, se puede realizar una férula de descarga, que es un aparato de acrílico transparente que se usa por la noche.
Ante estas situaciones, recuerda mantener una dieta saludable y adecuada, así como mantener los hábitos de higiene oral junto con la visita periódica al dentista.
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