Los masajes en el estómago son muy beneficiosos no solo para eliminar los gases, sino también para favorecer la actividad intestinal, lo que puede ayudar en otros problemas como el estreñimiento. Además, en muchas ocasiones, los problemas gástricos vienen dados por las emociones y un masaje abdominal puede eliminar el estrés y la ansiedad que provoca nudos en el estómago, los cuales dificultan la expulsión de los gases y su correcta actividad. Eso sí, el masaje debe realizarse adecuadamente.
La técnica del masaje abdominal puede ayudarnos también a estimular el funcionamiento del hígado y la vesícula biliar mejorando la circulación sanguínea de la zona abdominal.
Los masajes proporcionan un bienestar y alivio mediante el calor y la terapia táctil haciendo que los movimientos relajen los músculos y favorezcan la actividad intestinal.
En el siguiente artículo de unCOMO puedes descubrir cuál es la respuesta a la cuestión de por qué tienes tanto gases.
Es mejor que los masajes los realice otra persona, pero siempre se puede acudir al automasaje. La técnica es la misma para ambos casos y siempre se deben realizar movimientos circulares en sentido de las agujas del reloj, es decir hacia la derecha, para que de esta forma estimules el recorrido del flujo sanguíneo. Los pasos a seguir para hacerlo correctamente son los siguientes:
- Colócate tumbada en una zona donde te encuentres relajada, ya sea en el suelo, en el sofá, en una cama… Si no puedes tumbarte, siéntate en un sitio cómodo en el que puedas estar relajada.
- La respiración también es muy importante porque ayudará a relajarte. Para ello, coge aire y suéltalo suavemente realizando respiraciones profundas y suaves. Intenta mantener una respiración relajada durante todo el masaje.
- Primero, vamos a relajar un poco la zona. Para ello, con las yemas de los dedos de ambas manos masajea alrededor del ombligo durante unos minutos. Esto ayudará a mejorar la digestión y eliminar la retención de líquidos. Además, relajara el estómago.
- A continuación, haz lo mismo por el resto del vientre menos en la zona del ombligo y masajea el resto. Una vez que el abdomen se encuentre más relajado, vamos a pasar a la zona justo debajo de las costillas. Si coges aire, las costillas se marcarán y, así, sabrás donde acaban. Coloca ambas manos justo debajo de las costillas (la derecha en el lado derecho y la izquierda en el izquierdo) y con las yemas de los dedos, masajea profundamente arrastrando hacia el ombligo. Realiza esto varias veces.
- Y, finalmente, pasamos al movimiento intestinal mediante masajes circulares. Debes comenzar en la parte inferior derecha cerca del ombligo y realizar movimientos circulares alrededor de este siempre en sentido de las agujas del reloj. De manera que irás subiendo hacia la caja torácica para luego volver a bajar y continuar el movimiento circular.
Cuando acabes el masaje (aproximadamente media hora), no quites las manos de tu abdomen, déjalas encima sin realizar ningún movimiento. Esto es solo para mantener el calor y que el abdomen siga relajado.
Es importante seguir siempre la dirección indicada para que el vientre pueda aflojar las heces y sea más fácil su movimiento. De esta forma, la actividad intestinal se pondrá en marcha y los gases podrán ser expulsados.
Es un masaje que puedes realizar 2 veces por semana para mejorar el tránsito y, así, expulsar los gases acumulados.
Los cólicos en los bebés son muy comunes y para ellos la expulsión de los gases no es tan fácil como para nosotros, por eso necesitan ayuda después de comer. Su organismo no está del todo formado y hasta que funcione correctamente por sí solo, es necesario ayudarles a expulsar los gases. Sin embargo, hay bebés que aún así tienen problemas intestinales, como estreñimiento o dificultad para expulsar los gases, lo que les hace tener molestias constantemente.
Un método eficaz es realizar un masaje abdominal para ayudarles a expulsarlos de manera natural. Además, favorecerá su actividad intestinal y, si están estreñidos, les ayudará a defecar.
Para ello, el ambiente debe ser cálido y el bebé tiene que sentirse a gusto. En casa, por ejemplo, es el lugar más indicado. El bebé tiene que quedarse únicamente con el pañal y tú debes quitarte relojes, pulseras o anillos que puedan dañarle.
Puedes tumbar al bebé en una cama o soporte para realizar el masaje, pero una manera muy cómoda de hacerlo es sentándote con las piernas cruzadas y colocando una toalla encima de estas para poner al bebé boca arriba.
Ahora, coge algún tipo de aceite, por ejemplo, aceite de almendras. Con unas gotitas será suficiente. Frótalo en tus manos para calentarlo y comienza tocando la tripa del bebé con movimientos suaves de arriba hacia abajo, desde el tórax hasta la parte inferior del abdomen. Los movimientos son parecidos a cuando haces un hoyo en la arena, pero tienen que ser muy suaves y lentos. El bebé puede quejarse si le duele la tripa y es completamente normal. No obstante, si durante el masaje no deja de quejarse y llorar, quizás sea mejor parar, ya que a lo mejor la presión ejercida no está siendo la adecuada o el bebé está sintiendo muchas molestias.
Tras estos movimientos, pasamos a realizar, al igual que en los adultos, movimientos circulares. Siempre en sentido de las agujas del reloj. No tienes que apretar demasiado simplemente deslizar las manos con la presión justa.
Puedes ir alternando movimientos entre el circular y el movimiento de excavar. Además, es muy recomendable ayudar al bebé empujando sus piernas hacia el abdomen, de manera que las flexionemos y llevemos sus rodillas hacia su tripa. Mantenlas en esta posición un rato moviéndolas como si el bebé estuviese pedaleando, pero siempre con las rodillas flexionadas. Esto ayudará a que expulse los gases.
Realiza este masaje cuando sientas que el bebé no ha terminado de expulsar los gases o se encuentra incómodo.
Además, en el siguiente artículo de unCOMO mostramos algunos Remedios caseros para los gases del bebé.