Un adulto sano necesita unos 35 ml de agua al día por kilo de peso. Es la recomendación general de los organismos científicos como la OMS. Una persona de 50 kg necesita 1,7 litros; una de 60 kg, 2,1 litros; una de 70 kg, 2,4 litros; y una de 80 kg, 2,8 litros. Como norma general, a mayor peso corporal, mayor cantidad de agua.
¿Crees que es malo beber demasiada agua? Beber agua en exceso es tan negativo como no beber la suficiente. La ingesta diaria recomendada corresponde a la cantidad que tus riñones y tu corazón pueden procesar.
La cantidad de agua que se debe beber también depende de la edad, la dieta, el nivel de actividad y el clima. Un niño inquieto que pasa la tarde en el parque sin parar necesita más agua que uno más tranquilo que pase el rato jugando con su imaginación. Con todo, la recomendación para un niño sano es de alrededor de 1,1 litros al día, independiente de que tenga sed o no.
Los ancianos perciben menos la sed y, en general, beben menos. Las consecuencias van desde problemas cardiovasculares hasta la debilidad del sistema inmunológico. Lo ideal es que beban 1,5 litros de agua diarios para evitar la deshidratación y sus funestas consecuencias.
Beber correctamente
- Empieza el día bebiendo un vaso de agua: te refresca, te aporta las reservas agotadas por la noche y purifica tu organismo.
- Bebe tu primer litro durante la mañana.
- Ten una botella de agua en tu mesa o al alcance de la mano.
- Utiliza una botella grande como referencia de tu límite diario.
- Bebe un vaso de agua con cada comida.
- Lleva agua siempre contigo.
- Además de beber agua, sigue una dieta rica en frutas y verduras frescas.
- Añade frutos rojos, limón o hierbas aromáticas para darle un toque especial.
- Bebe un vaso de agua junto con el café o los refrescos.
- Hidrátate durante la actividad física.
¿Qué debemos beber?
La respuesta es fácil: agua, agua y más agua. Lo ideal es que sea de excelente sabor y sin aditivos. Los refrescos de limón, cola, etc., las bebidas con café y los zumos contienen azúcar, potenciadores del sabor y aromatizantes que el cuerpo debe procesar antes de asimilar. Además, la acidez y los fosfatos de las bebidas dulces aumentan la necesidad de agua.
Fuente: Brita