Hace unos años Suecia era el primer país en recomendar una dieta baja en hidratos de carbono y alta en grasas como tratamiento dietético para personas obesas y diabéticos. (ver)
Ahora cerca de 200 médicos y otros profesionales de la salud que ejercen en Canadá, han enviado a su gobierno una carta abierta solicitando una reforma en las actuales directrices nutricionales de su país y la inclusión de dietas restringidas en hidratos. Esperando una mejora en la salud de la población y ahorro en el gasto sanitario.
Hace más de 35 años que Canadá sigue las mismas directrices, al mismo tiempo que enfermedades relacionadas directamente con la dieta, como son obesidad y diabetes, han sufrido un fuerte aumento especialmente en niños cuyo porcentaje se ha duplicado desde 1980. (enlace)
Las directrices no se basaron en la mejor ciencia que había en aquel momento, por lo que es necesario un cambio significativo.
La guia nutricional de Canadá ya no es efectiva a la hora de orientar a los canadienses. Los zumos de frutas, por ejemplo, se indican como saludables cuando son poco más que un refresco sin burbujas. (ver)
Los puntos para el cambio que plantean están basados rigurosamente en ciencia y respaldados por los profesionales sanitarios firmantes. Es una iniciativa que sigue los pasos de la publicada en Gran Bretaña por la Public Health Collaboration (pdf)
13 Puntos a Cambiar
Las Directrices Dietéticas de Canadá deben:
1. Comunicar claramente al público y a los profesionales de la salud que las dietas bajas en grasa no tiene base científica, y pueden empeorar factores de riesgo en enfermedades cardíacas.
2. Construirse sin influencia de la industria alimentaria.
3. Eliminar las restricciones sobre grasas saturadas.
4. Ser nutricionalmente suficiente, y esos nutrientes deben provenir de alimentos de verdad, no de cereales refinados artificialmente enriquecidos.
5. Promover dietas bajas en hidratos de carbono como una opción segura y eficaz para las personas que luchan contra obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas.
6. Ofrecer una verdadera gama de dietas que respondan a las diversas necesidades nutricionales de nuestra población.
7. No enfatizar el papel del ejercicio aeróbico en el control del peso.
8. Reconocer la controversia acerca de la sal dietética y dejar de lado la recomendación “cuanta menos sal, mejor”.
9. Dejar de sugerir que el control de peso sostenible (a largo plazo) puede manejarse simplemente creando un déficit calórico.
10. Dejar de recomendar que se reemplacen las grasas saturadas por aceites vegetales poliinsaturados para prevenir enfermedades cardiovasculares.
11. Dejar de alejar a las personas de alimentos nutritivos, como son los productos lácteos enteros o la carne roja.
12. Incluir un límite máximo para el azúcar añadido, de conformidad con las directrices actuales de la OMS (no más del 5% del total de calorías).
13. Estar basadas en una revisión completa e integral de los datos (estudios) más rigurosos disponibles (ensayos clínicos controlados y aleatorizados). Sobre aquellos temas en los que no se cuente con datos rigurosos las directrices deberán permanecer en silencio.
(como puedes comprobar ya he tratado todos esos puntos, a lo largo de estos años)
En la carta aparecen varios apéndices. En el primero ofrecen ejemplos de alimentos adaptados a la cocina canadiense (ya me diréis si son diferentes a los alimentos que puedes encontrar en la mayoría de países occidentales).
Ejemplos de alimentos recomendados
Grasas y Proteínas: Huevos, sardinas, caballa, salmón, ternera, pollo (con piel), cordero, cerdo, hígado, riñones corazón. Aguacate, aceitunas, queso grasos, yogur entero, nata, almendras, nueces de macadamia, nueces de Brasil.
Hidratos de carbono: Brócoli, espinacas, judías verdes, pimientos, tomates, setas, coliflor, calabacines, cebollas, zanahorias, calabaza, arándanos, fresas, manzanas, naranjas, limones, chirivías, frijoles, legumbres, patatas, panes de larga fermentación y hechos con cereales completos (arroz, avena, bulgur, quinoa, etc).
Bebidas: Agua, te, infusiones de hierbas o frutas, café, leche entera, nata.
Aceites: Manteca (de vaca o ternera), mantequilla, aceite de coco, ghee, grasa de pato, manteca de cerdo y aceite de oliva virgen (prensado en frío)
Ejemplos de alimentos procesados
Grasas y Proteínas: Quesos bajos en grasa, yogures desnatados y/o bajos en grasa, margarina, legumbres en salsa, frutos secos de sabores, nata montada.
Hidratos de carbono: Cereales con azúcar, pan de harina refinada, pasta de harina refinada, patatas fritas de bolsa, galletas, pasteles, frutas deshidratada con azúcares.
Bebidas: Refrescos con azúcar, zumos de fruta, leche desnatada y/o sin grasa, batidos de leche con azúcar, batidos de frutas refrigerados.
Aceites: Aceite de girasol, aceite de maíz, aceites vegetales sin especificar procedencia, aceite de soja, aceite de colza.
La lista está adaptada de la que aparece en este libro:
Otro de los apéndices se refiere a las guías dietéticas brasileñas (enlace) como ejemplo:
1. Haz de los alimentos naturales o mínimamente procesados la base de su dieta.
2. Usa aceites, grasas, sal y azúcar en pequeñas cantidades al condimentar y cocinar alimentos y para crear preparaciones culinarias.
3. Limita el consumo de alimentos procesados.
4. Evita el consumo de alimentos ultra-procesados.
5. Come regularmente y cuidadosamente en ambientes apropiados y, siempre que sea posible, en compañía
6. Compra en lugares que ofrezcan una amplia variedad de alimentos naturales o mínimamente procesados.
7. Desarrolla, ejercita y comparte tus habilidades culinarias.
8. Planea tu tiempo para que la comida y comer sean importantes en tu vida.
9. Fuera de casa, prefiere locales que sirvan comidas recién hechas.
10. Ten cuidado con la publicidad y comercialización de alimentos.
¿Por qué escoger a Brasil? Fácil, su guía no se enfoca en macronutrientes (grasas, hidratos de carbono, proteínas) ni en el conteo de calorías.
Por último una tabla con ejemplos de comida y ejercicio para una semana:
Desayunos: Yogurt griego con nueces y bayas. Arenques fritos con tomate. Bollos de almendra y semillas de lino con mantequilla y arándanos. Fresas y copos de coco sin azúcar. Huevos revueltos, tocino frito y champiñones.
Comida: Salmón con judías verdes y patatas nuevas cocidas. Sopa de lentejas. Frittata con ensalada y aceite de oliva. Ensalada de aguacate y gambas con vinagre balsámico. Sopa cremosa de verduras hecha en casa. Ensalada de atún y frijoles con aceite de oliva. Pollo asado con patatas y verduras.
Cena: Curry de pollo con coliflor. Mussaka con calabacín a la parrilla. Pollo relleno de queso crema envuelto en tocino con brócoli. Filete de solomillo con coliflor, espinaca y puré de ajo. Mariscos y okra salteados cocinados en aceite de coco. Salsa boloñesa con ternera picada y espaguettis de calabacín. Crema casera de setas.
Snacks: Mantequilla de almendras con apio. Nueces de macadamia. Aceitunas. Melocotón. Nueces de Brasil. Albaricoque. Nueces pecanas
Ejercicio: 20 minutos de ejercicio de fuerza. 20 minutos de paseo. 4 minutos de entrenamiento con intervalo aeróbico. 1 hora de caminata al aire libre
En conclusión es una petición valiente y arriesgada, con dos frentes importantes: contra la hipótesis nunca demostrada pero aún en vigor de que la grasa saturada causa enfermedad cardíaca y contra la hipótesis de obesidad que nos han vendido, unida a la cantidad de calorías que consumes y no gastas, resultado de ser glotones y vaguetes CICO (calories-in, calories-out).
Una de las cosas que más me ha gustado es que introduce un término interesante:
La tolerancia personal a los hidratos, cuando hablan de cereales o legumbres
“If they are traditionally prepared and fit your personal carbohydrate tolerance they can be healthful”
Y sí… qué bueno que se empiece a poner sobre la mesa la tolerancia personal al hablar de dietas. Algo se mueve en el mundo, ese que está ahí fuera……
“Debemos hacerlo bien esta vez, porque si no causaremos un sufrimiento y muertes del todo innecesarios”
Referencias:
An Open Letter to Health Canada and the Health Minister
http://www.foodmed.net/2016/canada.pdf
Public Health Collaboration
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