Cómo incentivarlos en su higiene diaria

En la siguiente entrada te brindaremos algunas estrategias muy útiles para que motives a los más pequeños a adquirir hábitos de higiene oral. Es importante recordar que si se quiere mantener los dientes sanos a lo largo de la vida será necesario que los dentistas, padres y profesores les enseñen a los niños, desde sus primero años de vida, los hábitos de higiene oral.

Sabemos que los niños en ocasiones no son fáciles de convencer, y menos cuando hablamos de rutinas, pero es necesario aprender a motivarlos para conseguir cepillarse los dientes y que esto no sea una tarea aburrida.

Para conseguir buenos resultados podremos seguir diferentes estrategias, dentro de ellas no hay mejor opción que un buen cuento.

Para los niños los cuentas son muy útiles para brindarles diferentes acontecimientos y resaltar distintos valores. Es una excelente fuente de educación que se podrá usar también para concienciar acerca de los hábitos de higiene oral.

Te daremos un ejemplo de un cuento conocido como ‘El rey desaparecido’

Había una vez un pequeño que vivía en un gran castillo antiguo, sus padres eran los encargados de cuidar el lugar. El castillo era conocido por todos por la cantidad de armaduras y cuadros antiguos que albergaba. Un día el pequeño vio que en uno de los grandes cuadros se podía ver al rey a su joven hijo, además de algunos de sis cortesanos. El otro día el rey había desaparecido. En pequeño no le dio mucha importancia a este acontecimiento pensando que había observado mal, pero después se dio cuenta que el cetro, dejado por el rey, estaba inclinado.

Eso le genero una gran intriga, pero vio como la inclinación del cetro crecía con el paso de las horas, llegando en poco tiempo a golpear la cabeza del príncipe. Ante esta situación el pequeño, preocupado comenzó a buscar al rey del cuadro por todas parte hasta que finalmente lo encontró en los baños del castillo, dándose un baño de espuma.

El pequeño quedo asombrado y el rey le dijo que había pasado años y años colgado en las paredes de ese castillo y que nadie había limpiado el polvo jamas, se encontraba tan sucio que lo único que quería era darse un baño. El pequeño le explicó con mucho respeto lo que iba a suceder con su cetro, el rey aseguró que volvería a su lugar agradeciéndole por la advertencia.

Desde ese día el propio niño se dedico a cuidar y a limpiar cada uno de los cuadros y esculturas del castillo, así se garantizó que nadie más tenga ganas de escaparse a un baño.”

Un cuento con moraleja que les enseña a los niños la importancia de la higiene y los cuidados de todos los días para evitar malas consecuencias.

Foto | Pixabay

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