Cómo se toma el azafrán para adelgazar

En la sociedad actual uno de los problemas más destacados dentro de la salud son las alteraciones en el peso, como el sobrepeso y la obesidad. Hasta un 80% de la población se encuentra dentro del sobrepeso y un 50% dentro de la obesidad. Padecer estos trastornos conlleva un riesgo más elevado de sufrir otras enfermedades a medio y largo plazo como la diabetes tipo 2 o las enfermedades cardiovasculares. Por eso es muy importante reducir estos porcentajes.

¿Cómo se puede conseguir? Mediante unos hábitos saludables, dentro de los que nos encontramos un descanso correcto, una alimentación sana y actividad física regular. Las dietas de adelgazamiento que se promueven no son adecuadas, ya que es una rutina temporal que, en el caso de que funcione, cuando la abandonamos nos crea el efecto rebote y engordamos de nuevo (incluso más). Por eso es importante aprender a comer e incorporar a nuestra dieta alimentos que nos ayudan, como por ejemplo el azafrán. Por ello, en unCOMO te contamos cómo se toma el azafrán para adelgazar.

Qué es y para qué sirve el azafrán

Primero es conveniente explicar qué es el azafrán. Este producto es una especia cuyo origen se sitúa en Oriente Medio, pero con el paso de los siglos llegó a otros lugares como India, Irán y la parte sur de Europa, donde ahora se cultiva de manera común. La especia está compuesta por los pistilos de la flor Crocus sativus y solamente se puede recoger en los meses de octubre y noviembre. Este producto se usa para dar sabor y color a una gran variedad de alimentos, como por ejemplo al arroz, al que da un característico color amarillo.

¿Conoces la función que tiene en nuestro organismo la hormona leptina? Es la encargada de avisar a nuestro cerebro que ya hemos comido suficiente, y por eso también es denominada la hormona de la saciedad. Gracias a ella sabemos cuándo debemos parar de comer y también provoca que no estemos picoteando continuamente. Para potenciar o favorecer la acción de esta hormona, podemos ingerir alimentos naturales que aumenten esa sensación de saciedad, sobre todo en el caso de que queramos reducir nuestro peso. A continuación, te explicamos cómo lo consigue el azafrán.

Propiedades del azafrán para adelgazar

En ocasiones, debido a que no nos alimentamos de manera adecuada o tenemos niveles más bajos de la hormona leptina, tenemos la sensación de que tenemos hambre continuamente. Para evitar estar picoteando de manera regular, lo más aconsejable es ingerir alimentos y productos que tienen propiedades más saciantes como el azafrán.

Este producto actúa sobre otra hormona, pero no es la leptina, sino la serotonina. Si sus niveles se mantienen elevados en el cerebro, no tenemos esa necesidad de comer. Por tanto, gracias a ese aumento de serotonina a nivel cerebral, el azafrán disminuye la sensación de hambre y evita que nos pasemos picoteando.

Además, el azafrán también tiene otros beneficios íntimamente relacionados con la salud: contribuye a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardivasculares gracias a la disminución de la presión arterial, ayuda a mantener una buena memoria, nos aleja de la depresión y también puede calmar los síntomas del síndrome premenstrual.

Cómo preparar infusión de azafrán para adelgazar

Lo más recomendable para aprovechar al máximo el efecto saciante del azafrán es tomarlo en té o infusión. A continuación, te explicamos cómo preparar té o infusión de azafrán para adelgazar:

  1. Primero hazte con el azafrán, que podrás adquirir en cualquier supermercado o herbolario. Te aconsejamos que cojas aquel que no esté mezclado con ningún otro producto.
  2. Cuando ya lo tengas en casa, pon 200 ml de agua a hervir y añade 10 gramos de azafrán.
  3. Calienta la mezcla hasta que hierva y mantén el fuego durante 10 minutos.
  4. Después, deja que la mezcla repose y se enfríe ligeramente y cuélala para quitar los restos de azafrán.
  5. Puedes tomarlo una vez al día, en aquel momento en el que suelas tener más hambre entre comidas, para aprovechar su efecto saciante.

Es posible que encuentres su sabor amargo. Si es así, puedes realizar la misma operación pero usar leche baja en grasa en vez de agua. También puedes recurrir a otros endulzantes distintos del azúcar, como la miel o la stevia, después de la cocción. Y si quieres evitar colar la mezcla final, hazte con unas bolsitas de té para rellenar y será mucho más cómodo.

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Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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