El parovirus B19, conocido comúnmente como la quinta enfermedad, o eritema infeccioso, no suele ser una infección grave. Recibe su nombre por el virus que la causa, el parovirus B19, y suele afectar a niños. El síntoma principal es la aparición de un sarpullido de color rojo en la mejilla del niño. Sin embargo, puede extenderse después al tronco, brazos y piernas. Es una infección contagiosa, pero mucho más en el periodo de incubación, y se transmite mediante secreciones como por ejemplo las gotas de saliva al toser. Es difícil de prevenir puesto que no existe una vacuna como tal pero sí es muy importante mantener a higiene. Suele desaparecer por sí sola y al igual que la varicela una vez que se ha pasado es difícil volver a contagiarse. La mayoría de los niños se recuperan rápidamente y sin complicaciones. En este artículo de unCOMO te contamos cómo tratar el parvovirus B19.
Causas y contagio del parovirus B19
El parovirus B19 es el causante de este eritema infeccioso. Se trata de una infección por virus propia de los seres humanos y no es el mismo que afecta a los animales, es decir el parvovirus canino. La quinta enfermedad es propia de los niños entre los 5 y los 15 años y es menos común en bebés lactantes o en adultos.
Aparece por el contagio y se transmite por las se secreciones respiratorias como el esputo, estornudos o secreciones nasales, de hecho es muy común que aparezcan brotes en colegios. Sin embargo, no es más contagiosa una vez ha aparecido sino durante su incubación, cuando los síntomas aun no están muy presentes; por este motivo es difícil de prevenir. Además no existe una vacuna para esta enfermedad por lo que no se puede evitar.
Una vez ha aparecido el sarpullido no es contagiosa y por eso el niño puede ir a la escuela a pesar de tener los síntomas.
Aunque sea más común en edades escolares si el niño presenta la enfermedad podría contagiar también a los padres o demás miembros de la familia, aunque no siempre ocurre.
Síntomas del parvovirus B19
Durante el periodo de incubación el niño puede no tener ningún síntoma. Este periodo suele durar entre 7 y 14 días.
En caso de presentar algún signo, los principales síntomas del parvovirus B19 o humano son los mismos que un catarro o resfriado como mocos, dolor de garganta o incluso fiebre. Por eso es muy difícil distinguirlo de un resfriado común. Sin embargo, después de la incubación aparece el sarpullido, el síntoma más común de esta enfermedad. No obstante, puede parecer que la enfermedad ha terminado e incluso sea más fácil confundirla con el resfriado, ya que el sarpullido no suele aparecer de inmediato sino que pueden pasar algunos días.
Este sarpullido suele aparecer en las mejillas y da a sensación de que al niño le han dado una bofetada. Por eso también se le conoce como “síndrome del niño abofeteado”.
El sarpullido o erupción se va extendiendo poco a poco y puede llegar al tórax, brazos y piernas y cada vez se hace más tenue. No te asustes si al desaparecer el sarpullido quedan rojeces por el cuerpo del niño como si formasen una especie de enrejado o entramado de pequeños hilos, como un encaje. Esto es normal y desaparecerá por completo en unas semanas. El sarpullido suele durar entre 1 y 3 semanas. En algunas ocasiones este sarpullido produce picor. Se debe tener en cuidado con la exposición al sol, el ejercicio físico o los baños muy calientes que podrían reactivar el sarpullido.
Aunque el parvovirus B19 en adultos no es tan frecuente como en niños y adolescentes, también puede afectar a personas adultas, y además de estos síntomas en algunas personas también aparecen otros síntomas, como inflamación de articulaciones como codos o rodillas que podría durar meses.
Tratamiento del parvovirus humano
Como hemos visto no hay ninguna vacuna específica para tratar el parovirus B19 ni se puede evitar o prevenir ya que, además, podría confundirse con otra enfermedad o resfriado.
Por lo tanto, no hay tampoco ningún tratamiento para la enfermedad en sí. Sin embargo, sí que se pueden tratar los síntomas. En la mayoría de los casos suele ser una enfermedad muy leve y los niños no presentan síntomas o se encuentran bien por eso no se trata y desaparece por sí sola.
Sin embargo durante la incubación aparecen los síntomas característicos de un resfriado, como hemos visto, por lo que el niño podría estar más apagado si tiene fiebre o necesitar más reposo. En estos casos se puede tratar la fiebre, pero siempre preguntando antes al médico.
Cuando desaparecen estos síntomas no hay ningún tratamiento para el sarpullido simplemente se trata de dejarlo pasar. Si apareciese picor sí que podría administrarse algún antihistamínico suave durante algunos días, pero siempre bajo indicación médica.
Para evitar que vuelva a reaparecer el sarpullido o se incremente debes tener ciertos cuidados como evitar la exposición al sol del niño o los baños con agua muy caliente. Una vez que se ha pasado la enfermedad crea inmunidad permanente por lo que el niño no volverá a contagiarse.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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