Diversos estudios han incidido en los daños para el organismo y la salud oral que trae consigo tabaco. En el artículo de hoy haremos un repaso de los principales riesgos que tiene este mal hábito.
En primer lugar, es de resaltar que el uso de cualquier producto de tabaco puede aumentar su riesgo de desarrollar cáncer oral y enfermedad periodontal. Diversos expertos en el tema han señalado que los productos de tabaco dañan los tejidos de las encías al afectar la unión del hueso y los tejidos blandos con los dientes.
Por otra parte, los especialistas aseguran que fumar puede retrasar la cicatrización luego de la extracción de un diente o después de otra cirugía oral. Además, este mal hábito puede contribuir al mal aliento, a las manchas en los dientes y en la lengua y a la acumulación del tártaro en los dientes.
Recuerda que los puros no son una alternativa segura en vez de los cigarrillos. Si bien no se inhala el humo del puro, todavía se corre el riesgo del cáncer oral o el faríngeo. Además, los fumadores de puros también tienen mayor riesgo de enfermedad periodontal, una de las principales causas de la pérdida de los dientes.
Finalmente, te compartimos algunos de los signos y los síntomas que podrían indicar cáncer oral:
- cualquier signo de irritación, como la sensibilidad, el ardor o una úlcera que no sana;
- el dolor, la sensibilidad o el adormecimiento en cualquier parte de la boca.
- el desarrollo de un bulto, o de una protuberancia arrugada o curtida dentro de la boca;
- cambios en el color de los tejidos orales blandos (manchas grises, rojas o blancas), en vez del color rosado saludable;
- dificultad al masticar, al tragar, al hablar o al mover la mandíbula o la lengua;
- cualquier cambio en la mordida.
No olvides que ante cualquier cambio o síntoma se debe acudir al médico o dentista.
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