El elemento más importante para atacar el bruxismo (apretar o rechinar involuntariamente los dientes en situaciones de estrés y por la noche) es el guarda oclusal.
Este dispositivo es una especie de funda de acrílico transparente, elaborada a la medida de cada paciente. Además de personas con bruxismo, es ideal para quienes utilizan ortodoncia estética diferente a la técnica convencional.
Al estar en contacto con los dientes y las mucosas de la boca, es importante saber qué cuidados debes darle y cómo es el sistema de limpieza que haz de aplicarle. En este artículo te lo enseñamos y te aclaramos algunos errores comunes en este aspecto.
Por las noches, en el último ritual del cepillado de tus dientes, es el momento ideal para lavar tu guarda. Solo necesitas es un cepillo dental de cerdas suaves que uses únicamente para tu protector bucal y jabón neutro sin olor.
El jabón debe ser sin olor, para no incluir factores que puedan ser de rechazo, y tener más bien un olor neutral y agradable. Puede ser de barra o líquido. En este caso bastan dos gotas, y mucho mejor si contiene triclosan, que evita el crecimiento de bacterias.
El hipoclorito de sodio (cloro) también ayuda en esta tarea de tener el guarda oclusal limpio. Pero tendrás que tener más cuidado, porque es un elemento corrosivo que puede deformar o degradar el material de tu guarda.
Ya no lo usarás todas las noches, sino una vez a la semana. Bastan dos gotas de cloro en una taza de agua. Sumerge el guarda por 15 minutos y luego lava con abundante agua.
Las pastillas efervescentes ayudan a darle al dispositivo la limpieza más profunda, que requiere una o dos veces a la semana.
Con dejar tu guarda 15 minutos en un vaso de agua fría y pastillas efervescentes para limpieza de dentaduras es suficiente. Luego solo queda secar con una toalla limpia.