Los estudios científicos han demostrado que hay una relación estrecha entre la salud bucal y las enfermedades del corazón.
En específico, algunos demuestran que si una persona sufre de una enfermedad en las encías, como la gingivitis o la periodontitis, hay mayor riesgo de sufrir patologías cardíacas que aquella que tiene sus encías sanas.
Incluso, las condiciones de la boca del paciente proporcionan a los médicos señales de advertencia y diagnóstico previo de varias enfermedades, incluyendo las del corazón.
Esta relación se da por la propagación de bacterias y otros gérmenes desde la boca a otras partes del cuerpo, mediante el torrente sanguíneo. Al llegar al corazón, estas bacterias se adhieren a cualquier área y causan una inflamación.
Esta condición puede acarrear enfermedades como la endocarditis, una infección del revestimiento interno del corazón; la arteriosclerosis (arterias obstruidas); y la apoplejía.
Tienen mayor riesgo las personas con enfermedades crónicas de la encía, sobre todo si permanece no diagnosticada y no tratada.