Sentirse más liviano

Consejos prácticos para deshincharse y sentirse con energía

  • Eliminar de la dieta diaria las harinas refinadas, el pan blanco, las galletas dulces y saldas, los cereales de caja, es decir, todos los alimentos procesados y por ende altos en carbohidratos.
  • Incrementar el consumo de agua, evitar pasar varias horas sin consumirla. Mantener el cuerpo hidratado ayuda a una buena digestión y permite eliminar las toxinas. Para las personas que realizan ejercicios frecuentemente, calcular el consumo de agua multiplicando el peso en kilos por 60, el resultado indica qué cantidad de agua se debe beber durante el día.
  • Evitar el consumo de sal y condimentos, cambiar este hábito por sal rosada que contiene muchos más minerales para contrarrestar el exceso de sodio, especias aromatizadas o hierbas deshidratas. Los condimentos dan sabor a las preparaciones pero provocan inflamaciones intestinales y por ende posibles molestias o flatulencias.
  • No consumir embutidos como el jamón, incluso el de pavo o enlatados, estos alimentos son elaborados con un alto grado de sodio y componentes que no aportan nutrientes al organismo. Optar por pavo, pollo u otro tipo de proteína preparadas al horno.
  • Minimizar el consumo de queso y otros lácteos, porque son altos en lactosa, es un tipo de azúcar proveniente de este grupo de alimentos, que en la edad adulta pueden llegar a ser perjudiciales porque la enzima encargada de procesarlo se torna ineficiente, causando inflamación abdominal y los molestos gases.
  • No abusar del chicle sin azúcar y los edulcorantes artificiales, el consumo de ambos inflaman el abdomen y solamente llenan de gases por ingerir bastante aire.
  • Consumir una mayor cantidad de vegetales en la mayoría de las comidas, estos aportan fibra, agua, gran cantidad de vitaminas y minerales que ayudan a proteger el organismo y fortalecer los órganos. Buscar aquellos de colores intensos para una mejor absorción de nutrientes.
  • No olvidar consumir bastante fibra porque ayuda a prevenir y aliviar el estreñimiento, además de controlar el apetito. Una forma sencilla de ingerir fibra diariamente es en frutas, vegetales, tratar de consumirlos con cáscara, además de cereales naturales como la avena, semillas como la chía o linaza molida.
  • Masticar conscientemente cada bocado, la digestión comienza por la boca, cuando no se mastica correctamente el estómago sufre causando inflamaciones y flatulencias. Tratar de disfrutar cada bocado hasta deshacerlo y recién pasar a tragar, esta práctica favorece a una buena digestión.

Por último, complementar estos hábitos realizando algún tipo de ejercicio, comenzar con las caminatas para brindar una mejor calidad de vida y digestión al organismo.

Fuente: Nutri Alianza

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