La inflamación de los ganglios linfáticos del cuello, también conocida como linfadenitis, se produce principalmente por virus o por bacterias, aunque igualmente se puede dar por otras patologías como, por ejemplo, la presencia de un cáncer.
Las causas de la inflamación determinarán los síntomas y el tratamiento para evitar que tengas inflamación en los ganglios y superar el problema que origina este síntoma. De todos modos, desde unCOMO te vamos a contar los principales síntomas y los tratamientos de los ganglios del cuello inflamados. Además, te explicamos algunos remedios naturales que pueden ayudarte a aliviar la sintomatología.
Síntomas de los ganglios del cuello inflamados
Aunque el cuerpo humano tiene ganglios linfáticos por todo el cuerpo, es más frecuente que se inflamen los localizados en la zona del cuello. La causa es clara, pues es que es habitual que actúen como auténticos filtros de virus y bacterias para impedir su paso hacia el organismo, lo que facilita su concentración en esta parte.
En general, si tienes los ganglios del cuello inflamados, percibirás dos síntomas claros como el dolor en la zona, así como una mayor sensibilidad. También podrás notar la inflamación en sí misma, puesto que los ganglios, al inflamarse, adquieren un mayor tamaño, que puede llegar a superar el de una alubia.
Aparte de estos dos síntomas genéricos, la sintomatología puede variar en función de la causa que haya originado la inflamación, llegándose a confundir con otros cuadros clínicos porque, algunos de los síntomas, son muy comunes en muchas enfermedades. Así, estos son los síntomas de la linfadenitis en el cuello:
- Sensibilidad y dolor en el cuello.
- La fiebre es una de las principales señales. Y es que siempre se tiene una infección en el organismo sube la temperatura corporal. La inflamación de los ganglios linfáticos no es una excepción.
- Las sudoraciones, sobre todo nocturnas, son también otro indicio de que puedes tener los ganglios del cuello inflamados. Este síntoma suele acompañarse de un cuadro febril.
- El aumento de los mocos está relacionado con este tipo de infecciones, principalmente, con aquellas que tienen lugar en las vías respiratorias. Si una gripe o un resfriado, por ejemplo, es la causa, también notarás la fiebre y la sudoración. Otro síntoma relacionado es el dolor en la garganta.
- El tamaño de los ganglios aumenta considerablemente y de forma rápida cuando la inflamación está producida por la presencia de un posible tumor.
- La inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello, que se acompaña de su aparición en otras partes del cuerpo, es otro síntoma claro. En este caso, apunta a otras enfermedades como un trastorno del sistema inmunitario o el VIH. Otras patologías son la mononucleosis, el lupus o la artritis reumatoide.
Tratamiento farmacológico para los ganglios del cuello inflamados
El tratamiento para los ganglios inflamados variará en función de la causa, como ya hemos comentado anteriormente. En general, si es por un proceso originado por las bacterias, se puede solucionar tomando antibióticos.
Por el contrario, si la infección ha sido producida por un virus, es posible que desaparezca sola sin necesidad de seguir ningún tratamiento clínico, una vez el virus haya cursado su ciclo. A veces, los médicos recetan simplemente medicinas para aliviar los síntomas.
En casos más graves, como el VIH o el cáncer u otras patologías, deberás atender a todas las indicaciones que el médico te dé, tras haber realizado las pruebas pertinentes, respecto al posible tratamiento como a posibles cambios de hábitos.
Remedios naturales para los ganglios del cuello inflamados
Aparte del tratamiento farmacológico que el médico nos prescriba, en casa podemos seguir una serie de consejos y remedios naturales para estar mejor y ayudar a que la inflamación desaparezca más rápidamente. Por ejemplo, uno de los mejores remedios caseros para desinflamar los ganglios del cuello es aplicar calor en la zona a través de compresas o paños empapados en agua tibia para que se reduzca la inflamación, al igual que tomar baños de vapor, sobre todo, si es una infección respiratoria.
Aparte de aplicar calor en el cuello, otro remedio es tener en cuenta que la alimentación es conveniente que la vigiles hasta que te recuperes y veas que la inflamación de los ganglios del cuello se ha reducido. Por ejemplo, estos son algunos consejos sobre la alimentación:
- Disminuye el consumo de sal para evitar retención de líquidos y, en consecuencia, de grasas que propician la aparición de bultos. También es bueno que aumentes la ingesta de proteínas procedentes de la carne, huevos y lácteos para eliminar toxinas.
- La piña es un buen alimento en estos casos por sus propiedades antiinflamatarias.
- La naranja ayudará a que aumentes las defensas cuando los ganglios los tengas inflamados por una infección en las vías respiratorias altas.
Desde unCOMO esperamos haberte ayudado a detectar y conocer los síntomas y tratamientos de los ganglios del cuello inflamados, aunque recuerda que es muy importante que consultes siempre al médico para que te prescriba los medicamentos y te indique los mejores cuidados según tu caso, pues pueden variar mucho según la causa.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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