Tomar el sol saludablemente

Los días soleados, incluso aunque no sean demasiado calurosos, nos apetece tumbarnos al sol para disfrutar de la sensación de bienestar que nos aporta, además de para broncearnos.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que la exposición al sol, sin tomar las debidas precauciones, es responsable de un gran número de enfermedades dermatológicas agudas y crónicas, incluyendo el cáncer de piel.

En este artículo te damos algunas pautas imprescindibles para tomar el sol de forma segura, para beneficiarte de las propiedades del sol sin sufrir los efectos negativos, pues una excasa exposición al sol puede causar deficiencias de vitamina D.

Primero, para tomar el sol: Mi tipo de piel

No podemos dar un consejo que sea válido para todas las personas, y en este caso todavía debemos especificar más, ya que no todas las pieles son iguales. La fotoprotección biológica son las defensas que genera la propia piel frente al sol que se produce al activarse la producción de melanina por la acción del sol.

Cuanta más pigmentación tiene la piel, más protección natural tiene. Esto también podría significar que los individuos con mayores cantidades de melanina, que confieren un color de piel más oscuro, podrían tener menor capacidad para sintetizar la vitamina D.

Los resultados de algunos estudios concluyen que los individuos con pigmentación más oscura de la piel pueden requerir una mayor duración de exposición al sol para lograr un grado similar de síntesis de vitamina D que aquellos con piel más clara.

Por otro lado, a la hora de tomar precauciones para protegerse del sol, aquellos con piel clara deben ser más estrictos pues son más propensos a presentar quemaduras.

También debemos saber que si tenemos problemas de piel como psoriasis, acné o dermatitis, tomar el sol adecuadamente puede ser beneficioso. Los datos de este estudio apoyan la hipótesis sobre el efecto positivo de la radiación UV sobre la dermatitis atópica en pacientes sin eccema.

El horario ideal

El horario ideal para tomar el sol es otro factor muy importante que debemos tener en cuenta. Los efectos de la radiación solar también se han ido agravando. Según algunos datos, el mejor momento para tomar el sol es entre las 10 a.m. y la 1 p.m.

De manera amplia, deberíamos evitar la franja de 12 a 17 horas, pero esto lo cumpliremos especialmente en verano. En invierno podemos reducir esta franja al horario de 12 a 16 horas.

Lo más saludable es tomar el sol a primeras horas del día. Esto se debe a que es el momento que más energía nos aporta, influyendo incluso en nuestro estado de ánimo. A última hora del día, en el atardecer, la luz que emite el sol podría tener efectos relajantes.

Cuánto tiempo

El tiempo de exposición al sol varía según nuestro tipo de piel, la temperatura o la latitud del lugar donde nos encontramos, entre otros factores. El invierno es una época durante la cual también es es muy necesario tomar el sol. Pero no debemos exponernos de manera abusiva en verano.

La protección adecuada

El protector solar debe ser el adecuado para nuestro tipo de piel, en general se suele recomendar que sea un producto de calidad con un factor superior a 30 SPF.

Deberemos renovar la protección a menudo. Además, tampoco debemos olvidarnos de usar gafas de sol adecuadas y una gorra o sombrero para evitar el impacto continuo del sol en la cabeza. También es fundamental beber el agua suficiente.

Los alimentos imprescindibles

Algunos alimentos que contienen betacarotenos o licopeno nos suministran micronutrientes antioxidantes en la piel y aumentan la defensa dérmica contra la irradiación UV, apoya la protección a largo plazo y contribuye al mantenimiento de la salud y el aspecto de la piel.

Algunos de los alimentos donde encontramos betacarotenos son en las frutas y verduras de color amarillo, naranja y rojo, como por ejemplo:

  • Zanahoria
  • Calabaza
  • Boniato
  • Melocotón
  • Albaricoque
  • Cereza
  • Tomate

Una buena manera de tener una protección solar muy nutritiva es tomando diariamente alguna de estas recetas:

  • Licuado de manzana, zanahoria y apio
  • Crema de calabaza y boniato con canela
  • Compota casera de melocotón o albaricoque con jengibre
  • Gazpacho o jugo de tomate y pepino con aceite de lino

No obstante, en términos de factor de protección solar, en estos alimentos es considerablemente menor que la lograda mediante el uso de protectores solares tópicos. Por lo tanto, aunque tomes estas frutas y verduras no debes dejar de tomar las precauciones indicadas.

Fuente. Mejor con Salud

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