Un tercer y último artículo dedicado a la estructura de los labios y el uso del ácido hialurónico para la reconstitución de la estructura y su belleza. Los invitamos a leer los dos artículos anteriores en lo que hemos hablando de este tema y cómo se relaciona a la salud y a la estética dental.
Otros factores que generan que sea necesario cambiar la estructura labial: presencia de código de barras, presencia de asimetrías faciales, queilitis, labio leporino, cicatrices, algunas lesiones residuales post quirúrgicos en los labios.
Existen diferentes materiales para la realización de estos tratamientos, entre ellos se está empleando el ácido hialurónico. Se trata de un ácido polisacárido del tipo de glucosaminoglucanos. Su estructura es viscosa, lo encontramos en el líquido sinovial, humor vítreo y en el tejido conjuntivo.
Este ácido se caracteriza por ser totalmente reabsorvible por el organismo. Tiene la capacidad de retener agua en un porcentaje cercano a mil veces su peso. Es por eso que se utiliza para la hidratación de la epidermis pudiendo restituir las fibras que sostienen los tejidos de la piel, dándole la mejor forma.
El ácido hialurónico cuenta con otras características, el organismo no genera alergias por lo que no será necesario la realización de un test de alergia. Es un producto que tiene un antídoto conocido como hialuronidasa que se podría emplear en los casos donde no quisiéramos que actúe el producto inyectado.
Este producto tiene la capacidad de rellenar dando volumen, hidratando por su acción higroscópica y otros aportes como ser un estimulante del colágeno, ser antiséptico y ser un producto antiinflamatorio. El ácido hialurónico se encuentra presente en el organismo pero luego de los 35 años disminuye de forma natural. Esa pérdida se hace notable en el ostro, especialmente en la zona de los labios.
Foto | Pixabay
