Entrenar en casa o en el gimnasio

A estas alturas posiblemente has decidido que este año vas en serio con lo de hacer un poco más de ejercicio. ¿Y cuáles son las soluciones estrella para eso? Pues apuntarse al gimnasio o salir a correr.

Opciones hay muchas más: encargarte de todas las tareas del hogar, practicar un deporte o la poco valorada “salir a caminar”. También hay cada vez más gente que hace ejercicio en casa o en el parque.

¿Qué alternativa es mejor? ¿Con todas se ven los mismos resultados? ¿Cuánto tiempo necesitas para cada una? Voy a responder a éstas y otras cuestiones.

CON PIES Y CABEZA

Ahora que estás a tope de motivación, no caigas en la trampa de ponerte a hacer ejercicio sin ningún sentido. Ya te conté cuál es la base de una actividad física para ganar salud y perder grasa. Resumiendo: entrenamiento de fuerza y capacidad cardiorrespiratoria.

Cada semana deberías incluir sesiones que trabajen ambas características físicas. Si tienes tiempo para planificar tu fin de semana, por favor párate un momento para hacer lo mismo con tu ejercicio. Así será más fácil que veas los resultados que quieres.

VOLANDO VOY, VOLANDO VENGO

Si eres de las personas que va con el tiempo medido a todas partes, entrenar en casa puede suponer una gran ventaja. Te ahorras el camino de ida al gym, el de vuelta, y quizá más de un cabreo a la hora de encontrar aparcamiento.

Y si encima solo puedes entrenar en plena hora punta, cuando todas las máquinas están ocupadas y tienes que sacar número como en la carnicería, pues con mayor razón.

¿FUNCIONAN IGUAL?

Si se programa bien el entrenamiento, no debería haber grandes diferencias entre los resultados que puedes obtener en un gimnasio o en tu casa.

Haría algunos matices aquí:

  • Si necesitas mover mucho peso para lograr tus objetivos, en casa normalmente te va a resultar más difícil. Tendrás que comprar el material (y a medida que sube el peso, el precio suele ir hacia arriba también) y disponer de un lugar para guardarlo.
  • La variedad de ejercicios que puedes hacer en casa suele ser más limitada (por temas de espacio, material disponible o vecinos sensibles al ruido). No obstante, el abanico de posibilidades es bastante amplio como para que puedas progresar y no te aburras.

OTROS FACTORES

Además de los ya comentados, hay algunas otras circunstancias que deberías considerar antes de decidir:

  • Economía. Obviamente, asistir a un gimnasio implica pagar una mensualidad. Entrenando en tu casa te la ahorras. Puede que te interese comprar algo de material, pero en general no necesitarás gran cosa para empezar.
  • Motivación. Hay gente a la que le resulta casi imposible entrenar sola. Éste es un tema muy personal. Conócete, y si vas a ser incapaz de motivarte para entrenar por tu cuenta, busca compañía.
  • Asesoramiento profesional. Aunque hay centros con grandes profesionales que hacen una labor excepcional, puedes encontrar también personal con una formación muy básica o desactualizada. Por otro lado, la gran cantidad de clientes que debe atender cada técnico, hace imposible en muchos casos prestar un servicio de calidad. Si buscas una ayuda real, la encontrarás normalmente en grupos muy reducidos o en servicios personalizados.
  • Vida social. Cuando vas a un gimnasio o entrenas en grupo, hay tanto ventajas como inconvenientes:

-El entrenamiento de lengua es uno de los mayores riesgos: puedes acabar más tiempo hablando que haciendo ejercicio. Para esto ya están las cafeterías y los bares.

Apoyo social. Entrenar con compañía suele ser más motivador. Tienes otra(s) persona(s) en la(s) que apoyarte en los momentos malos y con quien compartir los buenos.

Aprendizaje. Cuando te juntas con personas interesadas en el ejercicio, la nutrición y la salud es más probable que aprendas cosas nuevas sobre estos temas. Eso sí, ten en cuenta que:

  1. Como cada persona es un mundo y responde de forma diferente, el “a mí me funciona” o el “yo siempre lo he hecho así” no son argumentos totalmente fiables.
  2. Llevar 20 años en un gimnasio no otorga conocimiento de forma automática. Las máquinas y las mancuernas no transpiran ciencia del ejercicio que se introduce en el cuerpo de quienes las usan. Escucha a todo el mundo con mente abierta, pero también lee a los profesionales.

¿Y ENTONCES QUÉ HAGO?

Como llevas unos años conviviendo contigo misma/o, seguramente te conocerás bien. ¿Cuáles son los factores críticos que al final van a hacer que muevas el culo o te quedes en el sofá? Mira si en ellos gana el gimnasio o entrenar en casa, y no lo dudes más. ¡A darle caña!

Por si te resulta más sencillo, puedes copiarte esta tabla y sacar tus conclusiones en un momento mientras vas en el metro, esperas a que te reciban en alguna cita o en una de esas aburridas reuniones de trabajo (pero que no te pille el jefe).

Fuente: Mission Fitness

Muchas gracias por votar

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

error: El contenido está protegido !!
Scroll al inicio