Un artículo más en el que hablaremos acerca de los puntos más importantes dentro del tratamiento de conducto radicular. Aprovechamos a invitarte a leer el artículo anterior en el que hemos tratado el tema.
La pulpa dentaria es un tejido blando, en ella se encuentran los nervios, los vasos sanguíneos y el tejido conectivo. Se encuentra en el interior del diente y se extiende desde la corona hasta la raíz Al sufrir una lesión no tiene la capacidad de regenerarse, y termina muriendo. Dentro de las causas más comunes de su muerte encontramos la fractura de un diente o la existencia de una caries profunda. En ambos casos ingresan gérmenes o bacterias a la pulpa dentaria.
Los gérmenes provocan infecciones dentro del diente. Cuando la infección no es tratada se genera una acumulación de pus en el extremo de la raíz dejando lugar a una especie de bolsa de pus, denominada absceso. Los abscesos pueden dañar el hueso que rodea al diente.
Si no se llega a extraer tendrá lugar una gran inflamación que la mayoría de las veces es acompañada por dolor. En ciertos casos los problemas podrían llegar a dañar los huesos de la mandíbula. Si el diente no pasa por un tratamiento debería ser extraído.
A continuación te contaremos cómo será el tratamiento que realizará el dentista. En la mayoría de los casos se tendrán que realizar entre una y tres visitas. Una vez terminada la extracción se deberá limpiar y sellar la cámara pulpar y los canales radiculares del diente.
Una vez arreglado el diente podrá permanecer sano durante toda la vida, mientras se tomen los cuidados necesarios. A pesar de los buenos resultados de los tratamientos siempre es necesario visitas de control regulares. Siempre que la raíz del diente tratado se encuentre nutrida por el tejido circundante el paciente tendrá su boca sana.
No todos los profesionales son endodoncistas. Si bien todos los dentistas estudiaron endodoncia en la facultad de odontología los endodonciastas son dentistas especializados que solo practican procedimientos endodónticos, tanto simples como complejos. Al contar con una especialidad en la materia se podrá identificar las causas del dolor oral y facial de difícil diagnostico.
Cuando el paciente haya recibido un tratamiento de este tipo el paciente no podrá morder ni masticar hasta que se haya terminado, de lo contrario el diente podrá fracturarse- además es fundamental seguir una excelente higiene dental: cepillarse los dientes al menos tres veces al día, usar hilo dental al menos una vez al día, someterse a controles y limpiezas profesionales con regularidad. Los dientes que reciban un tratamiento de conducto radicular podrán tener una vida útil de muchísimos años.
Foto | Pixabay